jueves, 22 de mayo de 2025

BOLÍVAR Y EL PUENTE DE LOS ESPAÑOLES (fábula)

BOLÍVAR Y EL PUENTE DE LOS ESPAÑOLES

(fábula)

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

 

Mil ochocientos treinta era el año

El día octavo del quinto mes…[1]

Cuando agobiado por desengaño;

Triste y enfermo, con aire extraño,

Bolívar marcha dando traspiés.

 

Llega hasta el puente de Serrezuela

Que condujera de Fontibón…

A las goteras de la plazuela

De Alonso Olalla, nítida estela,

En cercanías de Zipacón[2].

 

Ante aquel puente de piedra y bloque

Bolívar llega a descansar;

Rápido baja y al Subachoque

Lleva el caballo a que desboque

Su sed tremenda al abrevar.

 

Las aguas claras de la corriente

Dan nuevas fuerzas al animal…

Mientras Bolívar que el mal presiente

Lanza su vista al occidente

A donde nunca vuelve al final.

 

Fija sus ojos en la estructura

Del viejo puente del español…

¡Cuánta ironía! ¡cuánta locura!

El que te hiciera, con gran premura,

Fue derrotado bajo este sol.

 

Los españoles con vieja ciencia

De los romanos dieron pilar;

A las arcadas de resistencia

Que hacen tu ojiva, con consistencia,

Para que mucho puedas durar.

 

Ya no hay hispanos en estas tierras

Pues una tarde los derroté…

Quedan tus muros en los que encierras

Viejos recuerdos, vidas y guerras,

De aquella historia que hoy evoqué.

 

El viejo puente que aquello escucha

De su letargo tan secular…

Fiel se despierta y como en lucha

Con su conciencia, que en él es mucha,

Da fiel respuesta al militar:

 

¡Padre Bolívar! Mucho me ufano

Y me complace que uses mi ser…

Como lo dices me hizo el hispano,

Con la sapiencia del gran romano

De quien tomara ciencia y saber.

 

Ya no soy puente de la Corona,

¡Soy colombiano!… ¡Ya no soy real!

Pero el pasado no desmorona

Su firme historia, que me blasona,

Cual lo recuerdas en tu historial.

 

Si bien me hicieron padres iberos

Y ellos son parte de mi existir.

Los colombianos son herederos

De aquellas savias nuevos maderos,

Que cimentaron el porvenir.

 

Me enorgullece ser hoy tu puente

Padre Bolívar, gran luchador.

No te entristezcas, alza tu frente

Que cinco pueblos del continente

¡Hoy te proclaman libertador!

 

Bolívar llora de la alegría

Ante las voces que oye decir…

Y levantando con hidalguía

Sus ardimientos y valentía,

Sigue el camino al porvenir.

 

¡Nunca te rindas! ¡Sigue adelante!

Con la energía del triunfador…

Dijo entre brumas la voz tonante

Del viejo puente que al caminante

Dio nuevo impulso de vencedor.

 

Los madrileños hoy recordamos

Cuando Bolívar aquí pasó…

Y sus ejemplos los imitamos,

Cada mañana cuando luchamos

¡Por esta patria que libertó!

Madrid (Cundinamarca)

Agosto 31 de 2017



[1] El Libertador, Simón Bolívar, cruzó por última vez en su vida el Puente de los Españoles del viejo Camino Real de Serrezuela, camino a Facatativá, el 8 de mayo de 1830. Fallecería en Santa Marta el 17 de diciembre del mismo año 1830 a la edad de 47 años. Leyendas locales cuentan que cuando pasó por el viejo puente iba triste, enfermo y llorando.

[2] Es una forma indirecta de referirse a Facatativá, fundada por don Alonso Olalla en 1561, luego de la muerte del último Zipa, Tisquesusa.





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