BOLÍVAR Y EL PUENTE DE LOS ESPAÑOLES
(fábula)
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Mil
ochocientos treinta era el año
El
día octavo del quinto mes…[1]
Cuando
agobiado por desengaño;
Triste
y enfermo, con aire extraño,
Bolívar
marcha dando traspiés.
Llega
hasta el puente de Serrezuela
Que
condujera de Fontibón…
A
las goteras de la plazuela
De
Alonso Olalla, nítida estela,
En
cercanías de Zipacón[2].
Ante
aquel puente de piedra y bloque
Bolívar
llega a descansar;
Rápido
baja y al Subachoque
Lleva
el caballo a que desboque
Su
sed tremenda al abrevar.
Las
aguas claras de la corriente
Dan
nuevas fuerzas al animal…
Mientras
Bolívar que el mal presiente
Lanza
su vista al occidente
A
donde nunca vuelve al final.
Fija
sus ojos en la estructura
Del
viejo puente del español…
¡Cuánta ironía! ¡cuánta locura!
El que te hiciera, con gran premura,
Fue derrotado bajo este sol.
Los españoles con vieja ciencia
De los romanos dieron pilar;
A las arcadas de resistencia
Que hacen tu ojiva, con consistencia,
Para que mucho puedas durar.
Ya no hay hispanos en estas tierras
Pues una tarde los derroté…
Quedan tus muros en los que encierras
Viejos recuerdos, vidas y guerras,
De aquella historia que hoy evoqué.
El
viejo puente que aquello escucha
De
su letargo tan secular…
Fiel
se despierta y como en lucha
Con
su conciencia, que en él es mucha,
Da
fiel respuesta al militar:
¡Padre Bolívar! Mucho me ufano
Y me complace que uses mi ser…
Como lo dices me hizo el hispano,
Con la sapiencia del gran romano
De quien tomara ciencia y saber.
Ya no soy puente de la Corona,
¡Soy colombiano!… ¡Ya no soy real!
Pero el pasado no desmorona
Su firme historia, que me blasona,
Cual lo recuerdas en tu historial.
Si bien me hicieron padres iberos
Y ellos son parte de mi existir.
Los colombianos son herederos
De aquellas savias nuevos maderos,
Que cimentaron el porvenir.
Me enorgullece ser hoy tu puente
Padre Bolívar, gran luchador.
No te entristezcas, alza tu frente
Que cinco pueblos del continente
¡Hoy te proclaman libertador!
Bolívar
llora de la alegría
Ante
las voces que oye decir…
Y
levantando con hidalguía
Sus
ardimientos y valentía,
Sigue
el camino al porvenir.
¡Nunca te rindas! ¡Sigue adelante!
Con la energía del triunfador…
Dijo
entre brumas la voz tonante
Del
viejo puente que al caminante
Dio
nuevo impulso de vencedor.
Los madrileños hoy recordamos
Cuando Bolívar aquí pasó…
Y sus ejemplos los imitamos,
Cada mañana cuando luchamos
¡Por esta patria que libertó!
Madrid (Cundinamarca)
Agosto 31 de 2017
[1]
El Libertador, Simón Bolívar, cruzó por última vez en su vida el Puente de los Españoles del viejo Camino Real de Serrezuela, camino a
Facatativá, el 8 de mayo de 1830. Fallecería en Santa Marta el 17 de diciembre
del mismo año 1830 a la edad de 47 años. Leyendas locales cuentan que cuando
pasó por el viejo puente iba triste, enfermo y llorando.
[2]
Es una forma indirecta de referirse a Facatativá, fundada por don Alonso Olalla
en 1561, luego de la muerte del último Zipa, Tisquesusa.